lunes, 21 de abril de 2008

Representantes del Teatro del Absurdo

Continuación a la entrada anterior, aquí presento los máximos exponentes a nivel mundial del Teatro del Absurdo, pero antes unas citas sobre el teato, que permiten refexionar un tanto sobre el mismo.


“Pregúntenle a los más importantes científicos de la física y las matemáticas no podrán dar una definición de lo que es real. La única realidad es esa que llega desde dentro. La inconsciencia, lo irracional, nuestros pensamientos, imágenes, nuestros símbolos son más verdaderos que el realismo, son las profundas verdades del alma”.

“Para nada, el teatro es inútil, pero su inutilidad es indispensable, ¿para qué la gente necesita el fútbol? ¿Cuál es el propósito de que exista?"


1. Eugene Ionesco

Autor teatral, máximo exponente del teatro del absurdo. Nacido en Slatina, Rumania, el 26 de noviembre de 1912, Ionesco pasó su infancia en París, aunque volvió a Rumania cuando contaba trece años

Sus obras teatrales describen la ridícula y fútil existencia humana en un universo totalmente impredecible, en el cual, debido a sus innatas limitaciones, las personas son incapaces de comunicarse unas con otras. Su pesimismo forma parte de la base del teatro del absurdo. A pesar de las serias intenciones de Ionesco, sus obras resuman humor y son ricas en situaciones cómicas.

Sus obras:

* La cantante calva (1948) es una sátira que exagera algunos aspectos de la vida cotidiana con el fin de demostrar la falta de sentido del personaje. Éstos forman un gran galimatías al hablar y se muestran incapaces de comunicarse unos con otros.
* La lección (1950), en la cual, un profesor lunático asesina a sus alumnos. En esta obra toca el tema del miedo a la muerte, que formará parte inseparable de sus últimos trabajos.
* Las sillas (1952) dos ancianos hablan con dos personajes inexistentes.
* Amadeo o cómo salir del paso (1953) trata de una pareja dentro de la cual los sentimientos que una vez tuvieron el uno hacia la otra, muertos ya, van produciendo un cadáver que crece amenazadoramente hasta que consigue rodearlos a ambos.
* El nuevo inquilino (1956) se centra en un personaje confinado en el espacio de un sillón.
* El rinoceronte (1959), la obra quizá más conocida de Ionesco, los habitantes de una pequeña ciudad se transforman en rinocerontes. El personaje principal, prototipo del hombre normal al comienzo de la obra, va siendo apartado de la vida de la pequeña sociedad de su ciudad a medida que lucha contra el conformismo de sus habitantes.
* La sed y el hambre (1964) retrata a un hombre que, hastiado por un estable matrimonio, busca satisfacción por doquier, aunque sin éxito alguno.
* El rey se muere (1962)


2. Samuel Beckett

Poeta, novelista y destacado dramaturgo del teatro del absurdo. De origen irlandés, en 1969 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Beckett nació el 13 de abril de 1906, en Foxrock, cerca de Dublín.

Tanto en sus novelas como en sus obras, Beckett centró su atención en la angustia indisociable de la condición humana, que en última instancia redujo al yo solitario o a la nada. Asimismo experimentó con el lenguaje hasta dejar tan sólo su esqueleto, lo que originó una prosa austera y disciplinada, sazonada de un humor corrosivo y alegrada con el uso de la jerga y la chanza. Su influencia en dramaturgos posteriores, sobre todo en aquellos que siguieron sus pasos en la tradición del absurdo, fue tan notable como el impacto de su prosa


3. Harold Pinter

Dramaturgo británico nacido en Londres. En 1948 estudió durante poco tiempo en la Royal Academic of Dramatic Art de Londres. En los diez años siguientes fue actor en varias compañías de repertorio en gira por las islas Británicas.

Sus obras, enigmáticas y originales, han sido descritas como comedias de amenaza. En una obra típica suya, los personajes intentan, y casi siempre fracasan, comunicarse para reaccionar frente a una invasión o un intento de invasión en sus estrechas vidas. Su diálogo refleja las dificultades de la comunicación y explora los diferentes niveles de significación que producen las pausas y el silencio.


4. Fernando Arrabal

(Melilla, España, 11 de agosto de 1932), escritor español especialmente reconocido como autor teatral. Escribe en francés y español, y cultiva una estética irreverente tanto en su obra como en sus apariciones públicas.

Fernando Arrabal es el autor de un teatro genial, brutal, sorprendente y gozosamente provocador.. Un potlatch dramatúrgico donde la chatarra de nuestras sociedades "avanzadas" se carboniza en la pista festiva de una revolución permanente. Hereda de la lucidez de un Kafka y del humor de un Jarry; por su violencia se aparenta a Sade o a Artaud. Pero es probablemente el único a haber llevado la irrisión tan lejos. Gozosamente lúdico rebelde y bohemio su obra es el síndrome de nuestra época de alambradas: una forma de mantenerse alerta

Su primer teatro será absurdo, infantil e ingenuo.
Es indudable que Arrabal ha cambiado la escena del teatro mundial. Sublimando su propia biografía, la complica con episodios disparatados del teatro del absurdo y la crueldad o del dadaísmo tardío. El resultado es una ceremonia con todo su valor ritual, que devuelve al teatro su condición de espectáculo. Por debajo del caos aparente, laten inquietudes políticas, religiosas o humanas de verdadera trascendencia.

Su obra es motivo de polémicas, debido a una penosa incomprensión. Se ha dicho que obedecía al teatro francés y no al español, lengua en lo que aún no leemos la totalidad de su producción. El dudoso interés mostrado en España invita a pensar que Arrabal es otra de las ocasiones perdidas por el teatro español para superar la profunda crisis que vive desde 1936.


5. Alfred Jarry

Dramaturgo y poeta francés, nacido en Laval. Destaca en la literatura por sus hilarantes obras de teatro y su estilo de vida disoluto y excéntrico. Su primera obra, Ubu rey (1896), la escribió cuando tenía 15 años y se interpretó por primera vez en el teatro de marionetas de Pierre Bonnard (1898), siendo una de sus voces la de la actriz Jovita Nadal. La obra la llevó a escena Firmin Gémier en 1896 y desde la noche del estreno se convirtió en una referencia clave para el surrealismo francés. En ella Jarry arremete contra la visión tradicional de la autoridad a través de la llegada al poder de un grotesco y pomposo rey, Ubu, y su esposa, Madre Ubu, que simbolizan la codicia, la ignorancia y las actitudes burguesas. Esta farsa, cuya presentación provocó un auténtico escándalo, está considerada como la primera obra del teatro del absurdo; realizó después dos secuelas sobre el mismo tema.

domingo, 20 de abril de 2008

El Teatro Del Absudo

El Teatro del absurdo, es un término genérico que fue empleado por el crítico Martín Esslin en 1962, para clasificar a ciertos dramaturgos principalmente franceses, que escribieron en la década de 1950 como una reacción contra los conceptos tradicionales del teatro occidental. Este termino es derivado de un ensayo del filosofo francés, Albert Camus, quien escribe en 1942 “El Mito de Sísifo”, donde define la situación humana absurda y carente de sentido. (Sísifo, personaje de la mitología griega que es castigado por desobedecer a Hades y debe pasar el resto de su vida subiendo una gran roca a una colina, cada vez que se aproxima a la cumbre, la roca resbala y debe comenzar de nuevo.)

El Teatro del Absurdo es donde la tragedia y la comedia chocan en una ilustración triste de la condición humana y la absurdidad de la existencia. El dramaturgo del absurdo viene a ser un investigador para el cual el orden, la libertad, la justicia, la "psicología" y el lenguaje no son más que una serie de sucesivas aproximaciones a una realidad ambigua y decepcionante.

Al mismo tiempo, es indudable la fuerte influencia que este teatro recibió tras las horribles experiencias en la 2da Guerra Mundial, sucesos que demostraban una completa falta de valores, y dejaron a la luz el sin sentido y arbitrariedad de la vida humana. El trauma después de 1945 de vivir bajo la amenaza de aniquilación nuclear y matanzas fueron factores importantes para el surgimiento de esta nueva forma de teatro.

Asimismo, el teatro del absurdo también parece ser una reacción a la desaparición de la dimensión religiosa en la vida contemporánea. Este teatro puede ser visto como un atentado a reestablecer la importancia de los rituales y mitos de nuestra era. Este teatro busca que el hombre percate sus realidades, a través de experiencias mecánicas, rutinarias y complacientes. Como resultado a esto, el teatro del absurdo, asume una forma muy inusual, con la finalidad de alarmar a la audiencia, colocándolos en situaciones incomodas, del diario vivir. En el mundo sin sentido, ateo post-segunda guerra mundial, no era posible continuar manteniendo estándares de arte tradicionales, que habían perdido sus poderes de persuasión y validez. Fue un teatro que se rebeló en contra del teatro convencional, fue incluso denominado anti-teatro.

Como características es un teatro surrealista, ilógico, sin conflicto y sin trama. Sus diálogos eran de poca importancia, y a través de sin sentidos trataba de transmitir los mensajes. Los cuales no había que entenderlos racionalmente sino emocionalmente. Por lo mismo, en sus primeros años fue poco apreciado e incomprendido.

Los personajes de este teatro se nos aparecerán como extrañas criaturas, a medio camino entre el insecto y el fantasma. Esslin ha propuesto una lista de las viejas tradiciones teatrales utilizadas por los dramaturgos del absurdo para expresar, mediante una inteligente combinación de las mismas, los problemas y las inquietudes del mundo contemporáneo. Esta lista comprende el teatro “puro”, es decir, los efectos escénicos, propios de espectáculos circenses y de ciertas revistas, como los conseguidos por acróbatas, mimos y bufones. A ello habrá que añadir los espectáculos dadaístas (movimiento anti-arte con intención de destruir los regímenes preestablecidos del arte) y surrealistas de los años veinte; las experiencias llevadas a cabo por Artaud con su “théâtre de la cruauté” (teatro de la crueldad) y la innegable influencia ejercida en el teatro del absurdo por el teatro oriental.

El teatro del absurdo crea su lenguaje escénico propio como una voluntaria y violenta reacción ante el “convencional” lenguaje del teatro tradicional. Una constante del teatro del absurdo es la pugna de sus personajes por expresarse y la imposibilidad de lograrlo. En el teatro del absurdo lo que ocurre en el escenario desborda y a menudo contradice las palabras pronunciadas por los actores. La situación inicial en que se hallan colocados los personajes de este teatro basta para revelar sus sentimientos y está basada en la representación visual. Sólo precisa de los objetos, los accesorios y el decorado, que adquieren una extraordinaria importancia. La escena del teatro del absurdo representa casi siempre un mundo vacío de sentido, poblado de objetos pesados y molestos que terminan por dominar a los personajes.

El Teatro del absurdo constituyo un ataque al lenguaje, mostrándolo desconfiable e insuficiente como herramienta de comunicación. El absurdo usa clichés y slogan y jerga técnicas, en forma de parodias. A través de estas ridiculizaciones, el absurdo trata de que la gente se de cuenta de la posibilidad de ir más allá de las típicas conversaciones preestablecidas usadas en la cotidianidad. Tratar de innovar en una comunicación más autentica.

El teatro del absurdo es un estilo teatral muy lirico, que usa elementos escénicos abstractos, muchos de los cuales han sido modificados de los teatros artísticos populares, como por ejemplo, mímica, ballet, acrobacias, payasearías etc. Parte de su inspiración tambien proviene de las películas mudas y comedias, así como tradición por las palabrerías sin sentidos en las primeras películas con sonidos.

El "teatro del absurdo" no refleja ni desesperación ni un retorno a las oscuras fuerzas irracionales, sino el esfuerzo del hombre moderno por comprender el mundo en que vive. Trata de hacerle ver la condición humana tal como es realmente, de liberarlo de las ilusiones que podrían causarle inadaptación y decepción... La dignidad del hombre estriba en su capacidad misma de encarar la realidad en toda su falta de sentido. El teatro del absurdo es la adopción en el arte de ciertos conceptos filosóficos existencialistas y posexistencialistas referentes principalmente al intento del hombre de dar sentido para sí a su situación misma sin sentido en un mundo desprovisto de todo sentido... Que carece precisamente de él porque las estructuras morales, religiosas, políticas y sociales erigidas por el hombre para "crearse ilusiones" se han desmoronado.

Por otra parte, son poquísimos los autores que reivindican para su teatro el calificativo de "absurdo". En realidad los únicos dramaturgos que podemos considerar representantes auténticos del teatro del absurdo son aquellos cuyas obras motivaron la denominación. Y a estos escasos nombres pueden añadirse unos cuantos más que copian al pie de la letra las estructuras dramáticas de los vanguardistas franceses de los años cincuenta. El teatro del absurdo conoce su apogeo entre 1956 y 1960; con posterioridad a esta fecha, empieza a ser tolerado por la burguesía.


Bibliografía

http://mural.uv.es/sagrau/biografia/teatro.html

http://www.arts.gla.ac.uk/Slavonic/Absurd.htm

enciclpedia británica

http://es.wikipedia.org/wiki/Teatro_del_absurdo

sábado, 19 de abril de 2008

Ubu Rey

Esta obra de Alfred Jarry fue por primera vez representada en el Théâtre de L'Oeuvre, París el 10 de Diciembre de 1896, rompiendo con todos los cánones preestablecidos para el teatro de esa época. Es incluso considerada la obra precursora del estilo teatral Dadaísmo que según el libro Teatro Para Principiantes de Antonio Avitia se define como: “una corriente que tiende a suprimir cualquier relación entre el pensamiento y la expresión. Toma su nombre de Da Da, los primeros balbuceos que supuestamente hacen los niños cuando comienzan a hablar. Surge hacia 1916 en medio de la Primera Guerra Mundial. Hay quienes piensan que el autor francés Alfred Jarry (1873-1907) es el precursor de este movimiento con su obra Ubu Rey (1896), en la que cuestiona y rechaza el sistema jerárquico y explotador burgués”. Junto con esta obra se comenzó una nueva forma de teatro que se extendió a lo largo del siglo XX, siendo sujeta a cambios, pero abriendo los ojos para hacer teatro desde un punto de vista diferente. Cambios que fueron representados desde la iluminación al maquillaje pasando por los vestuarios y argumentos de las obras. Jarry no sólo se convirtió en el precursor del Dadaísmo teatral, sino que también, gracias as u obra se comenzaron otros estilos teatrales como el surrealismo y el Teatro del Absurdo.

Esta obra hace una clara parodia a la obra de Shakespeare, Macbeth. Donde Ubu, el personaje principal es representado como un cruel y ambicioso gobernador de Polonia. No obstante este personaje es también cruel y cobarde, y pasa a transformarse en un personaje emblemático en las obras de Jarry. Con esto el personaje de Ubu, caricaturesco y ostentoso en todas sus dimensiones físicas, deja al descubierto la espiral en su panza (símbolo de su absoluto egocentrismo), se convierte en el personaje medular de la obra de Alfred Jarry. Este símbolo de espiral, es una demostración del arte que desarrollo Jarry, y que fue parte importante como un simbolismo en sus montajes.

Esta obra se sitúa en Polonia, donde el Padre Ubu y la Madre Ubu (personaje manipulador e influencia negativa para Ubu) deciden derrocar al actual rey de Polonia para convertirse en los nuevos gobernadores dela región. Lo cual es llevado a cabo con la ayuda de un respetado general y su ejército, instalando una terrible tiranía. Pero el hijo del asesinado rey escapa y acude por ayuda para devolver el orden en el país e instaurarse como el legítimo heredero al trono polaco. Mientras el hijo del antiguo rey, reúne fuerzas, Ubu con su descarada ambición comienza a exigir demasiado de los humildes trabajadores de su país dejándolos en las más precarias condiciones. Sin embargo, este régimen de terror no dura mucho pues llega el hijo del antiguo rey, y Ubu debe ir a la guerra donde es derrotado y debe escapar de Polonia junto con su esposa en barco, sin embargo este barco naufraga y ambos terminan en las peores condiciones.

La adaptación que presencié de esta obra fue representada en el teatro de la Universidad Católica, fue un espectáculo de excelencia, que aún hoy en día rompe con los esquemas preestablecidos del teatro. Si ahora causa el efecto que en efectiva causó, seguramente en el año de su estreno tuvo un impacto aún mayor. Si bien los colores seleccionados para los vestuarios (rojo, negro y blanco) rayan en lo trillado, siguen causando gran impacto sobretodo los símbolos de espiral (arte de Jarry) lo cual es esmerado pues se mantiene la estética original de la obra. Esta obra constaba de música en vivo, que acompañaba los cantos de los actores, pues muchos de los parlamentos, en efecto, eran canciones. Sin embargo la adaptación había sido total conservando las bases. Si en un principio se criticaba a la monarquía ahora se criticaba el gobierno actual y sobretodo el problema del Transantiago. Logrando identificación y risas entre los espectadores.

La escenografía constaba de dos estructuras metálicas que eran utilizadas para distintos fines, en un comienzo cumplían el rol de tronos para los reyes Ubu, luego eran utilizados de cárceles para los mismos, de roncos de un árbol (donde se escondían los soldados antes de atacar al Rey Ubu, clara parodia a Macbeth, cuando los soldados se escondían en el bosque de Birnam antes de atacar a Macbeth en el castillo de Dunsinane). Al ser estructuras movibles, los personajes principal podían ser trasladados sobre estas estructuras. Asimismo, utilizaron un simulacro de mar que era una estructuras con tres corridas de olas que se activaban gracias a unos pedales. Los elementos empleados eran muy sencillos, casi rústicos, pero cumplían perfectamente su rol de ayudar en el desarrollo de la obra, gracias a que los actores los utilizaban de maneras especiales sin dejar espacio a que los espectadores los vieran como simples estructuras; sino que los espectadores vean las estructuras como los actores necesitan que las vean.

Los vestuarios como mencioné anteriormente constaba de dibujos rallados y de los colores rojo blanco y negro, lo cual se apegaba a los diseños del Alfred Jarry, sin embargo, lo que me impresionó fue el maquillaje. El maquillaje era muy cargado resaltando ciertos rasgos particulares para cada uno de los personajes, haciendo claras distinciones entre las clases sociales y los distintos rangos en el ejército. Incluso algunos personajes tenían unas especies e mascaras para resaltar aún más ciertas partes se sus rostros, por ejemplo, la frente. Dichas exageraciones en conjunto con la mezcla homogénea de los colores daba el aspecto a que se estuvieran observando caricaturas (como las que dibujaba Jarry) en vez de estar viendo a personas común y corrientes actuar.

Esta obra tenía mucho de musical, y aún cuando par una de las canciones, uno de los micrófonos fallo, se entendía muy bien la idea principal, y la transmisión de emociones, más que el argumento de la obra en sí. Los movimientos eran extremadamente expresivos, siendo muchos de estos bailes coreográficos que llamaban la atención, ante la inminente coordinación de los distintos personajes. Asimismo, cuando los personajes hacían “apartes” es decir se dirigían explícitamente al público, eran muy exagerados para que se notara la diferencia entre lo que iba ocurriendo en la obra y lo que se explayaba al público. La iluminación y los sonidos (banda en vivo) estaban muy bien coordinados con las acciones llevadas a cabo por los personajes, sobretodo en el momento en que simularon la guerra, que el juego de luces hizo la simulación de las armas de fuego que se disparaban.

En definitiva, y a mi modo de ver, esta obra si bien tuvo sus orígenes muchos años atrás sigue logrando el mismo efecto en los espectadores que en los de tiempos de antaño. Es el causar extrañeza, diferenciarse de los distintos tipos de teatro conocidos, mostrar un estilo único y original, que contiene un argumento y una trama central, pero que lo primordial es la crítica social inserta en el argumento y el sentimiento que provoca este espectáculo entre la audiencia. La originalidad con la que se presentó la obra no sé si atribuírsela al director o al mismismo Alfred Jarry al lograr ingeniar una obra de este calibre y que repercutiera más de cien años después, de modo similar a como lo hizo en 1896.

La Historia Sin Fin


Esta obra la fui a ver el año pasado, sólo ahora se me ocurrió comentarla, algunos detalles pueden estar confusos debido al tiempo trancurrido entre que la vi y la anlicé.


Esta obra es una adaptación del libro de Michael Ende, cuyo título es el mismo de la obra. Esta obra basa su historia en dos mundos paralelos, uno cuenta la historia de un niño llamado Bastián, que es sujeto de burlas en el colegio, el cual se refugia en un pequeño espacio en el colegio con un libro en cuya portada tiene un extraño símbolo (“Auryin”). El otro mundo, es el que se narra en el libro que lee Bastián. La historia principal, la del libro, cuenta la historia de un país llamado Fantasía que está siendo apoderado, progresivamente, por La Nada. Esto se debe a que la Emperatriz Infantil, emperatriz de Fantasía, está enferma y necesita que inhumano del mundo real vaya a Fantasía y le dé un nuevo nombre. En este punto Bastián comienza a sentir que la Emperatriz le está hablando directamente, pero él no sabe qué hacer para ir a Fantasía. Finalmente logra entrar a Fantasía, ir a la Torre de Marfil, donde vivía la emperatriz Infantil y Bastián le otorga un nuevo nombre: Hija de la Luna. Al mismo tiempo, la emperatriz le dice a Bastián que así como él había sido parte de la historia de Atreiu (personaje a cargo de encontrar la solución al problema de la emperatriz), del Auryin (amuleto entregado a Atreiu para superar las adversidades), de fantasía, y de la Nada, otra persona debe estar leyendo la historia de Bastián, por lo que esa, era una Historia Sin Fin.

La adaptación estuvo a cargo de un grupo teatral: el Proyecto Mono, los cuales se han caracterizado por realizar obras basadas, en su mayoría, en libros y adaptadas para niños. Esta adaptación fue llevada a cabo en el Teatro de la Universidad Mayor en el Portal La Dehesa. Para lograr una identificación entre la obra y los niños, emplean llamativas máscaras y vestuarios para llamar la atención constantemente. Asimismo, hacen que el público participe l hacer preguntas simples que los niños entusiasta responden, además de que los personajes actúen cerca del público, moviéndose entre ellos y capturando la atención de los niños en todo momento. No obstante, el ser una obra infantil, no quita que los adultos se entretengan al entender de mejor manera los mensajes que la obra esconde y que hacen de ella una muy valiosa.

Esta obra puede relacionarse con el teatro Surrealista. Esto se demuestra cuando ambos mundos paralelos se entrelazan y Bastián debe entrar al mundo fantástico y nombrar nuevamente a la Emperatriz Infantil. El hecho de que Bastián lea su propia historia y que la línea que separa a amos mundos se vaya estrechando hasta desaparecer, hacen que esta obra contenga características surrealistas, al contener un elemento muy importante en este estilo teatral: la imaginación.

Sin embargo, esta obra no puede ser categorizada bajo los estilos surrealista ni teatro de Moliere. Sólo comparte ciertos rasgos y elementos que se le asemejan a dichos estilos. En cuanto a la actuación, los actores eran sumamente expresivos, por ejemplo, para demostrar ciertos seres consumidos por la Nada, específicamente el Fuego, realizaban movimientos flexibles y libres para personificar la libertad y soltura de movimientos que caracteriza al fuego. Así también, uno de los personajes principales, Atreiu, combinaba su actuación con elementos acróbatas, por ejemplo, se colgaba de una tela que caía desde el techo, y en ella llevaba a cabo ciertos ejercicios, apropiados para denotar su búsqueda de la solución para el problema de la Emperatriz Infantil. Además este actor también realizaba ejercicios de gimnasia, demostrando gran agilidad y flexibilidad.

La escenografía era en su totalidad minimalista, fondos blancos eran el mayor recurso escénico, donde se reflejaban, desde atrás de ellos, efectos de luz y sombra. Era un juego de luces que aportaba a la trama un aspecto de suspenso y acción hacia la búsqueda de la cura para la enfermedad de la emperatriz y con ello, la salvación de Fantasía. Volviendo a la escenografía, se encontraba también una estructura metálica cubierta por un telón que representaba el colegio de Bastián, y en la cima de la estructura se encontraba el escondite del niño, lugar donde leía atento el libro. Por último había una estructura con ruedas que era la cama de la emperatriz en la torre de Marfil, lugar donde finalmente se unen los dos mundos y Bastián le otorga a la emperatriz su nuevo nombre. Por último, la música no es un factor de gran trascendencia en la obra, aún cuando este elemento ciertos períodos de la obra, no interrumpen el desarrollo de la misma. Salvo por una campana, la cual hace alusión a la campana del colegio de Bastián, la cual interrumpe la historia y vuelve a retomar la narración del niño en su escondite. En cuanto, a la voz de los personajes, aún cuando sólo contaban con un micrófono (ambiental) era posible entender claramente todos los parlamentos de los actores, lo que demuestra, una vez más, la gran capacidad de los actores.

A modo personal, considero que esta obra está cargada de enseñanzas, de imaginación y emoción, lo cual es necesario para que las personas no pierdan la capacidad de asombro que abunda en los niños pero a medida que se va creciendo e interlazando con la cotidianidad y la rutina va desapareciendo. Así también esta obra es importante para los niños, potencien su imaginación y comiencen a familiarizarse con este arte. La actuación es llamativa, la obra es dinámica y no de extensa duración (1 hora) y los niños no alcanzan a aburrirse al sentirse partícipes de la obra. En términos teatrales, la simplicidad de la escenografía hace que la imaginación se active. El uso del escenario es aprovechado en su plenitud, gracias a los amplios movimientos de los actores. Las luces aportan a las distintas atmósferas que se efectúan en la obra. Los vestuarios y máscaras cargan a la obra de magia y fantasía, exagerando ciertos rasgos de cada personaje, principalmente cuando se trata de animales, esto en conjunto con las acrobacias y elementos como zancos, hacen de esta obra un gran espectáculo para niños y adultos.

Bienvenidos

Este página nace por un interés propio hacia el teatro. Donde se incluirán criticas sobre obras Teatrales, analizadas desde un punto de vista amateur, hablando de las tramas, estilos y elementos escenicos basicos. Recomiendo que esta página no sea citada ya que habla sobre un punto de vista personal, sin embargo se pueden adquirir buenas ideas y recomendaciones para asistir a ciertas obras segun los intereses de los lectores. El teatro es un arte poco valorado en Chile, este blog apunta a que más gente sepa sobre este arte, se emocione, lo sienta y, de esta forma, pueda surgir en Chile. Por esto, además de criticas de teatro tambiés se presentarán informes sobre distintos estilos teatrales, compañías e información básica sobre la historia mundial de este arte. De antemano agradezco a todos los lectores, compartiendo mis conocimientos y amor al arte, logrando que el rubro cresca y se pueda desarrollar. Saludos cordiales.